La Misericordia de Dios Trae Paz

viernes, 8 de agosto de 2025

La misericordia de Dios ante un corazón arrepentido

La Misericordia de Dios trajo Paz a Ninive.

 Messaje del libro de Jonás: La Misericordia de Dios trae paz.

“Esta lectura del libro de Jonás nos deja observar. “La misericordia de Dios ante un corazón arrepentido”.  “La misericordia de Dios trajo paz a Nínive”.

“Ya Jonás antes de escribir el libro, había profetizado, y su palabra se había cumplido. Su nombre era conocido. Su voz, respetada. Pero lo que ardía en su pecho no era solo el llamado de Dios, sino el dolor de ver a su pueblo herido por enemigos como Nínive. Cuando Dios lo envió a esa ciudad, Jonás no huyó por miedo. Huyó porque no quería que Dios los perdonara.

Él conocía a Dios. Sabía que, si Nínive se arrepentía, Dios los recibiría. Y eso, para Jonás, era insoportable. ¿Cómo podía el Dios de Israel tener compasión de quienes habían humillado a su pueblo? Porque los asirios le habían hecho mucho daño a Israel, por su causa ellos habían pasado mucho sufrimiento. Y Nínive para la época fue la capital de Asiria.

Pero Dios lo escogió precisamente por eso. Porque su celo lo haría predicar con una fuerza que no se podía fingir. Cuando Jonás caminó por Nínive, no lo hizo con dulzura. Lo hizo con fuego de Dios. Su voz resonó como trueno: “¡En cuarenta días, Nínive será destruida!” No ofreció esperanza. No habló de perdón. Solo juicio.

Sin embargo, algo ocurrió. Su palabra, cargada de verdad y de ira, atravesó los muros del palacio. Llegó al rey. Y el rey no se endureció. Se quebrantó. Se quitó el manto. Se cubrió de ceniza. Ordenó ayuno. No solo para los hombres, sino para los animales. Toda la ciudad se detuvo. Toda la ciudad se humilló.

¿Por qué? Aunque Jonás no quería mostrar misericordia, su predicación fue tan real, tan cargada de convicción, que Nínive comprendió que Dios les estaba dando una oportunidad. Y la tomaron.

Y Dios vio. Y se conmovió. No por las palabras suaves, sino por los corazones quebrantados. En ese momento, hizo lo que Jonás temía: perdonó.

Jonás se enojó. Se apartó. Deseó la muerte. Pero Dios no lo reprendió con ira. Lo enseñó con ternura. Le dio sombra. Le mostró una planta que crecía sin esfuerzo. Y cuando esa planta murió, Jonás se dolió.

En ese tiempo Dios le dijo:

“¿Te da dolor una planta que no sembraste ni hiciste crecer? ¿Y no he de tener misericordia de Nínive, una ciudad grande, donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre lo bueno y lo malo?”

Dios no solo perdonó a Nínive. Le explicó a Jonás y a través de él, al mundo que su misericordia no es debilidad. Es poder. Es justicia con compasión. Es amor que alcanza incluso al enemigo.

Y aunque el libro no dice si Jonás comprendió, el mensaje quedó escrito. Para que tú, yo, y todo el que lo lea, comprenda que la misericordia de Dios trae paz. Cuando un pueblo se humilla ante él es cambiado por su misericordia”.

La misericordia de Dios.


Libro de Jonás.

Tema central del libro de Jonás: La misericordia de Dios.

Mensaje que transmite el libro: La misericordia de Dios trae paz

1. La misericordia de Dios trae paz

    Entre todos los profetas encontramos a Jonás, quien se rehúsa a cumplir el mandato de Dios de ir a Nínive para advertirles que serían destruidos por su maldad. Nínive fue un enemigo que causó estragos a los hijos de Israel, y por su causa, Israel sufrió muchos males. Esta ciudad pertenecía al imperio Asirio (Jon 1:1-2).

    Pero Dios le dice a Jonás que esa nación no sabe discernir entre lo bueno y lo malo (Jon 4:11). En comparación con Israel, que había sido instruido en la ley y tenía discernimiento, Nínive era una ciudad sin conocimiento de Dios. Jonás adopta una actitud contraria a la voluntad divina, porque no quiere que Dios tenga misericordia de Nínive; incluso se molesta con Él, deseando más bien su destrucción.

    Dios le hace entender que Él es el Creador, y por eso tendrá misericordia. Jonás no había construido esa ciudad, ni la hizo crecer como lo hizo Dios. ¿Cómo iba a creer que Dios no tendría compasión de ella?

2. La incomprensión de la misericordia de Dios acarrea la muerte

    Jonás, en su contradicción contra Dios, huye a otra ciudad. En medio de su lucha, durante el viaje en la nave, pide que lo lancen al mar para calmar la tempestad, y así lo hacen. Luego, Dios envía un pez muy grande que lo traga. Desde el vientre del pez, Jonás ora a Dios, y Él lo escucha (Jon 1:3-17; 2:1-10).

    Jesús explicó que, de la misma manera, Él estaría en el corazón de la tierra por tres días y tres noches, como Jonás estuvo en el vientre del pez (Mat 12:40). También, al igual que Jonás, Jesús sacó su vida de la sepultura. La oración de Jonás llegó hasta el Santo Templo, refiriéndose proféticamente a Jesús (Jon 2:6-7).

3. El juicio de Dios hacia su pueblo Israel por falta de arrepentimiento

    Dios vuelve a llamar a Jonás, y esta vez él obedece. Comienza a caminar hacia Nínive, pregonando el mensaje de destrucción en 40 días (Jon 3:1-5). La noticia llega al rey de Nínive, quien ordena que todo el pueblo, incluso los animales, entren en ayuno. Abandonan su maldad y se arrepienten. Dios, viendo sus obras, se retracta del castigo y no los destruye (Jon 3:2-10).

    Jesús también lo menciona: los hombres de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás. Pero en tiempos de Jesús, no creyeron en Él, siendo mayor que Jonás (Mat 12:41).

4. Reconocer que no se debe olvidar su misericordia

    Jonás, al orar, reconoce que había olvidado la misericordia de Dios, siguiendo cosas ilusas. Entonces Jehová ordena al pez que lo vomite en tierra (Jon 2:8-10). Pero después, Jonás vuelve a entrar en conflicto por la gran misericordia de Dios, y le pide que le quite la vida, diciendo que es mejor la muerte que la vida (Jon 4:1-3).

5. La falta de actuar en misericordia trae enojo y deseo de muerte

    Jonás se enoja contra Dios. Y Dios le pregunta: “¿Haces bien en enojarte tanto?” Luego Jonás sale de la ciudad y espera a ver qué sucede. Se hace una choza, y Dios hace crecer una calabacera que le da sombra. Jonás se alegra mucho por ella. Pero al amanecer, Dios envía un gusano que la daña, y se seca (Jon 4:4-7).

    Después, Dios envía un viento solano, y Jonás se desmaya por el calor, deseando la muerte. Dios le dice: “¿Tanto te duele por la calabacera, que tú no sembraste ni hiciste crecer?” ¿Y no voy a tener yo misericordia de Nínive, una ciudad grande que no sabe discernir entre lo bueno y lo malo? (Jon 4:8-11)

    Es notable que Dios quería mostrarle a Jonás, como profeta de su pueblo, el deber de actuar con la misma misericordia que Él tiene con Israel. Dios tuvo misericordia de Jonás, y la salvación es de Jehová. El libro no registra una respuesta final de Jonás, si comprendió o no la misericordia de Dios.

   Aunque Nínive fue destruida posteriormente por los imperios Medo y Babilonio, como lo profetizaron Sofonías y Nahúm, con el tiempo fue reconstruida y habitada nuevamente.

Jesús el Santo Templo de Dios

     

Profecía de Jonás cumplida en Jesús.

 Jonás menciona dos veces en su oración: “Tu Santo Templo”. Una para referirse que “verá su Santo Templo”. Jo 2:4. Y otra para indicar que su oración llegará hasta su Santo Templo. Jo 2:7. Son dos anuncios: ver y ser escuchado. Verá a Jesús, a pesar de su castigo, ya que está a punto de morir, y su oración es respondida desde su Santo Templo, a pesar de estar al borde de la muerte.

En este sentido, el libro de Apocalipsis nos aclara que el Santo Templo de Dios es Jesús. Apo 21:22. Y Jesús mismo se refirió a su cuerpo, como el Santo Templo de Dios. Una vez cuando estaba frente al templo hecho por los romanos y otra en la oración al padre en el Evangelio de Juan. 

En este sentido Jesús no se refería a la destrucción del templo físico de los romanos, que sucedió en año 70 de su era, sino a su muerte y su resurrección, como el templo de Dios viviente. Ju 2:14. Y en su oración en el Evangelio de Juan, se refiere a que el Espíritu Santo habita en él, y él habita en el creyente. Como Santo Templo de Dios. Ju 17:23.

Al igual que Jonás, pocos profetas, tales como: Habacuc, Isaías y Miqueas, hacen mención del Santo Templo de Dios, refiriéndose a Jesús. Ha 2:20; Isa 6:1; Miq 1:2.

Como Jonás estuvo en el vientre del pez, así Jesús estuvo tres días sepultado y resucitó.

  3. Jesús explica: a la predicación de Jonás, se arrepintió Nínive. 

 

     3.1. Jesús explicó, que él estaría en el corazón de la tierra por tres días y tres noches como estuvo Jonás dentro del vientre del pez. Mat 12:40.

3.2. En la oración de Jonás, proféticamente dice: él sacó su vida de la sepultura, al igual que a Jesús. Y su oración llegó hasta ti en tu Santo Templo. Refiriéndose a Jesús. Jon 1:6-7.

Así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, también el Hijo del Hombre estaría tres días y tres noches en el corazón de la tierra, según las palabras de Jesús en Mateo 12:40. Esta declaración anunciaba con anticipación, la sepultura y resurrección de Jesús como hombre.

Jonás fue enviado por Dios a predicar a Nínive, ciudad que se arrepintió, ante su mensaje. De igual manera, Jesús vino a proclamar el Reino de Dios, llamando al arrepentimiento. La respuesta de Nínive a la predicación de Jonás fue tan impactante, que Jesús la usó como ejemplo de verdadero arrepentimiento.

Cuando Jonás huyó de la presencia de Dios, embarcándose hacia Tarsis, se desató una gran tempestad. Reconociendo su culpa, pidió ser arrojado al mar para calmar la tormenta. Dios, en su soberanía, preparó un gran pez que lo tragó, y desde las profundidades del mar, Jonás clamó a Dios. Su oración, como se relata en Jonás 2:1–10, ascendió hasta su Santo Templo, y Dios le respondió, sacando su vida de la sepultura. Así como predijo Jesús.

Después de esta experiencia, Jonás recibió nuevamente el llamado divino: debía ir a Nínive. Esta vez obedeció. Caminó por la ciudad proclamando el mensaje de juicio: “Dentro de cuarenta días Nínive será destruida” según Jonás 3:4. La noticia llegó hasta el rey, quien decretó ayuno para todos, incluso para los animales. El pueblo abandonó su maldad y clamó a Dios con sinceridad. Al ver su arrepentimiento, Dios se compadeció y no ejecutó el castigo anunciado según Jonás 3:10.

Este relato no solo revela la misericordia de Dios ante el arrepentimiento de un pueblo que no sabía lo que hacía. Este hecho nos recuerda la obra redentora de Cristo: su muerte, sepultura y gloriosa resurrección. Esta es la señal definitiva para una generación incrédula, que anuncio Jesús en su época.

Libro de Jonás. La misericordia de Dios trae Paz.

Mensaje del libro de Jonás

La Misericordia de Dios.

D. Descripción del mensaje profético de Jonás.

El tema centrar del libro de Jonás es: La misericordia de Dios.

El mensaje que trasmite el libro de Jonás es: La misericordia de Dios trae paz.

1. La misericordia de Dios trae paz.

Dentro de todos los profetas encontramos a Jonás que se rehúsa a cumplir el mandato de Dios de ir avisarle a Nínive, que Dios los destruirá por su maldad. Nínive fue un enemigo que le hizo estragos a los hijos de Israel y por su causa Israel pasó muchos males. Nínive es la ciudad de Asiria. Jon 1:1-2. Pero Dios le dice a Jonás que esa nación no sabe discernir entre lo malo y lo bueno. Jon 4:11.

Por esto, en comparación con Israel, que había sido instruido en la ley, y tenía discernimiento. Con respecto a Nínive que era una ciudad, sin conocimiento de Dios. Jonás se presenta con una conducta contraria a la voluntad de Dios, porque no quiere que Dios tenga misericordia de Nínive y hasta se molesta con Dios; más bien procura que sea destruida. Dios le hace entender a Jonás que él los creó y por eso él tendrá misericordia. La cual él no había construido, ni hecho crecer como lo hizo Dios, como va a creer él, que no tendría misericordia de ella.

2. La incomprensión de la misericordia de Dios acarrea la muerte.

Jonás en su contradicción contra Dios se va a otra ciudad. huye de su presencia. Por sus luchas contra Dios, en la nave donde viajaba, pidió que lo lanzaran al mar, para calmar la tempestad y fue lanzado. Luego Dios manda a un pez muy grande y siendo tragado por el pez, desde el vientre del pez ora a Dios y Dios lo escuchó. Jon 1:3-17; 2:1-10

De esta forma, Jesús explicó, él estaría en el corazón de la tierra por tres días y tres noches como estuvo Jonás dentro del vientre del pez. Mat 12:40. También a la manera de la oración de Jonás, proféticamente sacó su vida de la sepultura al igual que a Jesús. Y su oración llegó hasta ti en tu Santo Templo. Refiriéndose a Jesús. Jon 1:6-7     

Luego Jonás, recibe de parte de Dios nuevamente el llamado de ir a Nínive. Y comenzó Jonás a caminar hacia Nínive, a pregonar el mensaje de destrucción de Nínive en 40 días. Jon 3:1-5. Llegando la noticia hasta el Rey de Nínive. El cual, escuchando la noticia envió a todo el pueblo y sus gobernantes, que hasta los animales entrarán en ayuna. Dejando de hacer mal y se arrepientan de su delincuencia. Para hacer que Dios dejara de castigarlos en su juicio; se retractó Dios viendo lo que hacían y no los destruyó. Jon 3:2-10.

3. El Juicio de Dios hacia su pueblo Israel por falta de arrepentimiento.

Por su parte también Jesús explica que a la predicación de Jonás todos se arrepintieron. Y en efecto fue así, el pueblo de Nínive con su Rey, aún hasta los animales con ellos entraron en ayunos, se arrepintieron, para hacer cambiar de parecer a Dios.

 En este sentido Jesús menciona: Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron cuando escucharon la predicación de Jonás, pero miren, aquí está uno más que Jonás en este lugar. Porque a la predicación de Jonás se arrepintieron; pero ellos no le creyeron a Jesús cuando les habló. Mat 12:41

4. Reconocer que no se debe olvidar su misericordia.

Cuando Jonás comprendió y oró, reconociendo el olvido de la misericordia de Dios, siguiendo a cosas ilusas. Luego Jehová mandó el pez y vomitó a Jonás en tierra. Jon 2:8-10. Pero después entró Jonás otra vez en conflicto, por la gran misericordia de Dios y le dice a Dios que le quite la vida, que mejor es la muerte que la vida. Jon 4:1-3

5. La falta de actuar en misericordia trae enojo y deseo de muerte.

Jonás, se enojó contra Dios. Y Dios le pregunta ¿Haces bien tú en enojarte tanto? Y luego Jonás sale de la ciudad y espera a ver qué pasa y hace una choza. Dios hace crecer una calabaza y le hace sombra sobre la cabeza de Jonás. Jonás se alegró grandemente por la calabacera. Pero al venir el amanecer, Dios hace que le caiga gusano a la calabacera, la contaminó y se secó. Jon 4:4-7

Luego después de esto Dios envió a un viento solano, Jonás se desmayaba del sol y deseaba la muerte. Dios le dice a Jonás, porque guardas tanto enojo por la calabacera. Que tú ni sembraste, ni hiciste crecer. No voy a tener yo misericordia de Nínive una ciudad grande que no sabe discernir entre lo bueno y lo malo. Jon 4:8-11

Es de notar, que Dios quería mostrar a Jonás como profeta de su pueblo, sobre su deber de actuar con la misma misericordia tan grande, que Dios tenía con ellos; con su pueblo. Teniendo Dios misericordia de Jonás y que la salvación finalmente es de Jehová. No hay una respuesta de Jonás escrita en el libro, si Jonás por fin comprendió a Dios en su misericordia.

Aunque posteriormente Nínive fue destruida en los imperios Medo y Babilonios, descritas por los profetas Sofonías y Nahúm. Luego al pasar el tiempo fue construida y habitada nuevamente.

 

Profecía



C. Profecías del Libro.

     1. Juicio a Nínive.

1.1. Dios hizo juicio a Nínive que en 40 días será destruida. 3:1-6.

1.2. Dios le revocó el juicio a Nínive, porque Nínive creyó en Dios y dejó sus malos caminos. 3:7-10.


2. Jesús como su Santo Templo.


Jonás menciona dos veces en su oración: “Tu Santo Templo”. Una para referirse que “verá su Santo Templo”. Jo 2:4. Y otra para indicar que su oración llegará hasta su Santo Templo. Jo 2:7. Son dos anuncios: ver y ser escuchado. Verá a Jesús, a pesar de su castigo, ya que está a punto de morir, y su oración es respondida desde su Santo Templo, a pesar de estar al borde de la muerte.

En este sentido, el libro de Apocalipsis nos aclara que el Santo Templo de Dios es Jesús. Apo 21:22. Y Jesús mismo se refirió a su cuerpo, como el Santo Templo de Dios. Una vez cuando estaba frente al templo hecho por los romanos y otra en la oración al padre en el Evangelio de Juan.

En este sentido Jesús no se refería a la destrucción del templo físico de los romanos, que sucedió en año 70 de su era, sino a su muerte y su resurrección, como el templo de Dios viviente. Ju 2:14. Y en su oración en el Evangelio de Juan, se refiere a que el Espíritu Santo habita en él, y él habita en el creyente. Como Santo Templo de Dios. Ju 17:23.

Al igual que Jonás, pocos profetas, tales como: Habacuc, Isaías y Miqueas, hacen mención del Santo Templo de Dios, refiriéndose a Jesús. Ha 2:20; Isa 6:1; Miq 1:2.

     3. Jesús explica: a la predicación de Jonás, se arrepintió Nínive. 

3.1. Jesús explicó, que él estaría en el corazón de la tierra por tres días y tres noches como estuvo Jonás dentro del vientre del pez. Mat 12:40.

3.2. En la oración de Jonás, proféticamente dice: él sacó su vida de la sepultura, al igual que a Jesús. Y su oración llegó hasta ti en tu Santo Templo. Refiriéndose a Jesús. Jon 1:6-7.

Así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, también el Hijo del Hombre estaría tres días y tres noches en el corazón de la tierra, según las palabras de Jesús en Mateo 12:40. Esta declaración anunciaba con anticipación, la sepultura y resurrección de Jesús como hombre.

Jonás fue enviado por Dios a predicar a Nínive, ciudad que se arrepintió, ante su mensaje. De igual manera, Jesús vino a proclamar el Reino de Dios, llamando al arrepentimiento. La respuesta de Nínive a la predicación de Jonás fue tan impactante, que Jesús la usó como ejemplo de verdadero arrepentimiento.

Cuando Jonás huyó de la presencia de Dios, embarcándose hacia Tarsis, se desató una gran tempestad. Reconociendo su culpa, pidió ser arrojado al mar para calmar la tormenta. Dios, en su soberanía, preparó un gran pez que lo tragó, y desde las profundidades del mar, Jonás clamó a Dios. Su oración, como se relata en Jonás 2:1–10, ascendió hasta su Santo Templo, y Dios le respondió, sacando su vida de la sepultura. Así como predijo Jesús.

Después de esta experiencia, Jonás recibió nuevamente el llamado divino: debía ir a Nínive. Esta vez obedeció. Caminó por la ciudad proclamando el mensaje de juicio: “Dentro de cuarenta días Nínive será destruida” según Jonás 3:4. La noticia llegó hasta el rey, quien decretó ayuno para todos, incluso para los animales. El pueblo abandonó su maldad y clamó a Dios con sinceridad. Al ver su arrepentimiento, Dios se compadeció y no ejecutó el castigo anunciado según Jonás 3:10.

Este relato no solo revela la misericordia de Dios ante el arrepentimiento de un pueblo que no sabía lo que hacía. Este hecho nos recuerda la obra redentora de Cristo: su muerte, sepultura y gloriosa resurrección. Esta es la señal definitiva para una generación incrédula, que anuncio Jesús en su época.


La misericordia de Dios ante un corazón arrepentido

La Misericordia de Dios trajo Paz a Ninive.  Messaje del libro de Jonás: La Misericordia de Dios trae paz. “Esta lectura del libro de Jonás ...